sábado, 26 de abril de 2014

Bienmesabe de imitación

En diciembre estuvimos en Singapur. Veníamos de regreso de Tailandia, y solamente nos quedaríamos el día para ir a Universal Studios. Pasamos la noche en un hotel que escogimos al azar en hotel.com o uno de esos sitios, ni me acuerdo. El hotel, un hotelucho, pero justo al lado había un restaurante mexicano.

¡Vaya que restaurante mexicano! ¡Que comida tan rica! Fue tanto que pasamos el día entero en Universal pensando lo que íbamos a comer esa noche. Originalmente íbamos a ir directo al aeropuerto del parque, pero nos regresamos al restaurante a cenar de nuevo antes de ir a montarnos en el avión.

Para postre, mis hijos pidieron la torta tres leches, que resultó no ser con un bizcocho de harina, sino más bien como un tamal de maíz. ¡Sin gluten, yupi, qué regalo! El postre tan rico como el resto de la comida.

Me dí cuenta de que podría hacer el postre en casa, haciendo torta sin glúten, y al llegar a Tianjin compré un paquete de Bob's Red Mill, una marca que tiene muchas harinas con y sin gluten. Entre una y otra cosa se me pasó el tiempo y llegó la cuaresma. Como siempre dejo de comer dulce para la cuaresma, pues tuve que esperar hasta la Pascua para probar hacer el tres leches.

Todas nuestras cosas se fueron a final de marzo, así que no tenía receta y la busqué con mi teléfono. Conseguí una en mi app Epicurious donde las tres leches son leche condensada sin grasa, leche descremada y leche de coco. Las leches de vaca que yo tenía a la mano eran con grasa completa, y no usé las proporciones que daba la receta, pero me quedó rico igual.

El coco le dió una dimensión tropical al postre, y casi supo a bienmesabe, que es uno de mis postres venezolanos favoritos. A mi hija no le gusta el coco, por lo que mi hijo y yo nos devoramos aquello en apenas dos días. A mi marido le tocaron las migas. Tendré que repetir la receta. Qué lastima, ja ja.

Abajo les dejo mi adaptación. La receta original se prepara con cambures (bananas) acaramelados que me parece demasiado dulce. Mejor queda con fresas para cortar un poquito el dulce.

Bienmesabe de imitación

Ingredientes

  • Una torta preparada (yo hice un paquete de Vanilla Gluten-Free Cake de la marca Bob's Red Mill, y la dejé enfriar mientras salí a comprar la leche condensada)
  • 1 lata de leche condensada
  • 1 lata de leche de coco
  • 1 lata de leche (yo usé la lata de leche de coco y la llené de leche de vaca)

Preparación

  1. A la torta se le hacen perforaciones con un palito, un tenedor o un cuchillo. Mientras más huecos se le haga, más fácil absorberá la mezcla de leches. 
  2. Se vierte la mezcla de leches con cuidado sobre la torta todavía en su molde. Habrá que hacerlo en porciones para que no se derrame. A mí me tardó 10 minutos, abriendo más huequitos con un cuchillo y apartando los costados de cada corte para verter las leches y asegurarme de que la torta quedase bien enchumbada. 
  3. Se refrigera por cuatro horas antes de servir. 


La foto con mi teléfono. Creo que le falta edición para que salga más nítida, pero es que estaba apurada para comerme esto para desayuno. 






miércoles, 23 de abril de 2014

El Día de la Tierra

Ayer celebramos el Día de la Tierra en mi colegio. A mí me nombraron la fotógrafa oficial de la semana, lo cual me contentó mucho en febrero cuando lo anunciaron pero ayer no tanto pues me sentía mal por la vacuna de la hepatitis que me pusieron el lunes. Estaba además un poquito preocupada porque para el Día de las Naciones Unidas, que fue mi anterior comisión como fotógrafa, me salieron muchas fotos buenísimas.

Y es que es fácil tomar fotos bonitas en el día de la ONU en mi colegio. Es una fiesta que incluye a todos: estudiantes, maestros, padres y representantes, bedeles, secretarias y hasta a los choferes. Todos nos vestimos en nuestros trajes nacionales para celebrar nuestras diferencias y similitudes, y todo es alegría y color.

El Día del la Tierra no es tan colorido. Tampoco tiene esa misma participación. Es más íntimo, más para los estudiantes. Pensé que no tendría la misma suerte con las fotos, y de hecho los diez primeros minutos de las actividades que tenían planeadas en los salones de clases lo único que conseguí fueron fotos de niños mirando pantallas y pizarras. Menos mal que después de esos primeros 10 minutos hubo más movimiento.

Aquí algunas de mis fotos favoritas. Las demás en mi cuenta de flickr. 

lunes, 21 de abril de 2014

¿Comer como cavernícola?

Hay una dieta nueva. La llaman la dieta paleolítica, o paleo, porque supuestamente con la dieta se come como se comían los cavernícolas en el Paleolítico: muchos vegetales, un poco de proteína animal y nada de alimentos procesados. Tampoco se comen cereales ni granos, porque la agricultura vino mas tarde en la historia de la raza humana.

Yo tengo tres años que no como trigo. Le tengo alergía al gluten, entre muchas otras cosas. La lista es larga y cambia constantemente. Los principales culpables son los huevos, los lácteos y la soya. Desafortunadamente, muchas de las recetas que encuentro que son sin gluten, lo sustituyen justamente con los alimentos de mi lista alérgica.

Ayer encontré una esperanza. Hay una variación de la dieta paleolítica llamada auto-inmune que también excluye los alimentos en mi lista. Se come muchos vegetales y carnes magras. No se come huevos, lácteos, cereales, ni granos. También excluye las papas y los pimentones. Aunque no es siempre, a mí a veces me caen mal las papas, como por ejemplo en la cena de hoy, o sea que algo de verdad tendrá la dieta.

Los que recomiendan la dieta dicen que ellos también sufrían de lo mismo que yo, aunque con una severidad que yo espero nunca tener que vivir, y que la dieta los ha ayudado mucho. Dicen que ahora tienen muchas mas energía, menos dolores, y se sienten mucho mejor. Ya veremos como me va.

Mientras que experimento, ésta bitácora se va a llenar de recetas, avisado.

Si les interesa el tema, aquí dos sitios donde tienen muchas información al respecto en español.




"Espaguetis" con salsa de tomate. Los espaguetis son tiras de calabacín. Se vé bonito pero me salieron aguados. Habrá que practicar.  

domingo, 13 de abril de 2014

Perro prestado

Hoy domingo termina nuestra vacación de abril, una semana que coincide con la fiesta china Qing Ming, en la cual se honra a los ancestros. No tenemos Semana Santa de feriado pero no importa porque siempre nos toca ésta semana para recargar las pilas antes del último pedazo del año.

Scott aprovechó ésta semana para regresar a Kuala Lumpur y terminar su tratamiento en la pierna. Le sacaron la férula y los tornillos que le pusieron hace dos años. Los niños y yo nos quedamos aquí, y teníamos pensado viajar a Yangshou de nuevo, pero entonces una amiga me pidió que le cuidara a su perro, Enzo, mientras que ellos viajaban a Myanmar. Como Andreína se enloquece por los animales y nos había pedido perro desde que aprendió a hablar, dije que sí. 



Enzo es cachorro de labrador. Es bellísimo y afectuoso. Lo he disfrutado muchísimo, sobre todo sabiendo que mañana se lo regreso a sus dueños. Cuando le dije a Andreína que tendríamos perro prestado, se puso contentísima. De hecho, estaba a punto de empezar a pelear con el hermano por alguna bobada que él hizo y cambió de inmediato la cara. Bastante cómico, en realidad.

Nosotros nos habíamos opuesto a tener perro porque viajamos mucho. Los tres meses del verano que pasamos en EEUU, cualquier mascota tendría que pasarlos sola, a merced de la ayee. Además, yo sabía que después de que se les pasara la emoción como a las dos semanas, a la mascota tendría que cuidarla yo. Los niños se harían los locos, Scott estaría de viaje por sus innumerables campeonatos y torneos deportivos, y la boba de yo estaría limpiando y paseando y cuidando.

Y así fue con Enzo. A mí me pareció originalmente un negocio muy bueno: perro prestado para ver como nos iba. Les dije a los niños que estaban a prueba y que si se comportaban a la medida podríamos tener perro en Egipto. Pues no. No habrá perro en Egipto. Quedó clarísimo.

A Andreína le duró la infatuación con el perro apenas 12 horas. Jugando la primera tarde, Enzo la mordió. Un mordisco juguetón, pero con sus dienticos afilados de cachorro, y a ella le dolió. Creo que sobre todo le dolió la pérdida de la ilusión. En ninguno de sus libros o las películas donde un/a niño/a como ella sueña con tener perro y luego lo logra por alguna circunvalación Hollywood-esca había habido problema tan innoble como ésta. Ella juraba que sería amor a primera vista y música acaramelada la semana completa, pero los colmillos infantiles de Enzo acabaron con la ilusión.

La mañana siguiente había que sacar a pasear al perro a caminar por primera vez. La ví como se preparaba mentalmente, diciéndose: "Okey. Ayer fue un fallo pero hoy sí vamos a obtener esa unión perfecta entre can y humano. Salgamos a caminar." Desgraciadamente, otra vez la ilusión espichada. Enzo es perro y cachorro además. Se para a oler cuanta matica, piedrita, o basurita encuentra por ahí, y una vez que descubrió a los gatos callejeros, se convirtieron en obsesión perruna. Cuando los huele arrastra a quien traiga para perseguirlos. Andreína es flaquita y no pudo con los tirones.

Al regresarse después de semerenda caída arrastrada por el perro, se les atravesó el perro del vecino. A mi nunca me ha gustado ese perro. Lo dejan salir solo en la mañana y el bicho anda por todo el vecindario dejando la marca. Enzo, muy amistoso, fue a presentársele al nuevo amigo, y ese, ocupado en lo suyo, marcó a Andreína con un largo chorro de orín. ¡Ay, niña para estar enojada con toda la especie! Hasta ahí llegó. Sí me ayudó a entretenerlo y alimentarlo, pero más nunca fue con aquella ilusión del principio.

A partir de esa primera mañana me levanté yo sola con el perro. El se despierta a las 5 y media, y a esa hora quiere orinar, comer y caminar. Mañana me toca la última madrugada. Aparte de la dificultad inicial de dejar mi dulce camita, he disfrutado de nuestras caminatas. Estamos de primavera y todos  está floreado. Lo único malo es que las alergías las tengo alborotadísimas, pero me imagino que una vez que Enzo regrese a su familia, se me pasará lo peor. Entre las flores y el perro, pasé unos días sin poder respirar, pero me alegro haber disfrutado de ambos.

Enzo, te quiero. Te ganaste mi corazón con el primer lamido. Quisiera decir que me vas a hacer falta pero lo mejor que tienes es que perteneces a otra familia, y que nuestro amor ya será lindo recuerdo y no onerosa realidad.

Cuaresma #prayforvenezuela

El mes de marzo fue uno muy ajetreado para mí. Aquí una corta lista de lo que aconteció en mi vida:
  • terminé mi último curso de la maestría en biblioteconomía
  • empacamos nuestra vida en China para enviarla a Egipto, temprano para que llegue a tiempo
  • recibí la visita de dos autores a mi colegio
  • participé en Shanghai en una conferencia de bibliotecarias
Se cuenta rápido pero esas cuatro líneas representan mas de un mes de intensas preparaciones. Subrayando a todo una constante angustia y preocupación por la situación en Venezuela, un ruido oscuro y constante de fondo que me ha distraído durante esta cuaresma. 

Yo salí de Venezuela hace casi 20 años. Cuando yo me fuí, Carlos Andrés acababa de perdonar a Chávez por sus golpes de estado fallidos así que no conocí su gobierno. Yo no he vivido los problemas de los últimos 15 años, sólo los conozco por medio de mi familia y mis amigos que todavía están en Venezuela. Me siento sin derecho de opinar porque yo no estoy allá y por eso escribo poco al respecto. Además, tengo familia chavista y aunque no entiendo sus razones, respeto sus opiniones porque eso es lo que significa libertad de expresión. Como dijo Voltaire, "Defenderé hasta la muerte su derecho de tener una opinión diferente a la mía."

Seguí las elecciones en diciembre y en abril con cuidado, con la misma cautelosa esperanza de tantos, y ahora sigo las protestas con angustia. No hay nada de cautela en mi angustia. La primera semana de protestas la preocupación me tumbó con migrañas por la tensión. Tanto fue que tuve que hacer ayuno de noticias para no enfermarme más, pero con sentimiento de culpa por los que sí estaban presentes. No entiendo mucho de política y no quiero entrar en polémica, pero para seguir bloqueando siento responsabilidad de responder a lo que está pasando, aunque sea en una pequeña manera.

La cuaresma es tiempo de oración y reflexión para los cristianos. Yo la he pasado orando por los presos políticos, por los estudiantes, por los que protestan y los que no protestan, por que el gobierno entienda que su trabajo es gobernar no reprimir, por los líderes de ahora y los que se están forjando. Sé que al igual que hay problemas, hay gente trabajando por construir patria y resolverlos, y oro por ellos sobre todo. 

También estoy orando por mi familia y mis amigos que siguen en Venezuela, y en especial por mi amiga Lidia. Su papá tiene cáncer y aunque yo no esté allá, estoy muy pendiente. 

No tengo mucho que contribuir a las protestas estando tan lejos, pero hago lo que puedo para diseminar información por mi cuenta de Twitter y contándole a quien escuche lo que está pasando. Soy fitziane en twitter, y normalmente tuiteo sobre temas de biblioteconomía pero ahora la mayoría de mis tuits son para diseminar información sobre la situación en Venezuela. Ojalá pueda regresar a la biblioteconomía a tiempo completo muy pronto. 

(Esta entrada me ha costado mucho y ahora la Gran Muralla Electrónica de China no me deja publicarla. Llevo 24 horas bloqueada. Como si necesitara más razones para solidarizarme con los medios bloqueados en Venezuela.)


La foto la tomé en febrero. Estábamos esquiando, y en mi apuro por mostrar mi solidaridad no me dí cuenta de que el tricolor está al reves. El cariño es el mismo, con equivocaciones y todo.