- terminé mi último curso de la maestría en biblioteconomía
- empacamos nuestra vida en China para enviarla a Egipto, temprano para que llegue a tiempo
- recibí la visita de dos autores a mi colegio
- participé en Shanghai en una conferencia de bibliotecarias
Se cuenta rápido pero esas cuatro líneas representan mas de un mes de intensas preparaciones. Subrayando a todo una constante angustia y preocupación por la situación en Venezuela, un ruido oscuro y constante de fondo que me ha distraído durante esta cuaresma.
Yo salí de Venezuela hace casi 20 años. Cuando yo me fuí, Carlos Andrés acababa de perdonar a Chávez por sus golpes de estado fallidos así que no conocí su gobierno. Yo no he vivido los problemas de los últimos 15 años, sólo los conozco por medio de mi familia y mis amigos que todavía están en Venezuela. Me siento sin derecho de opinar porque yo no estoy allá y por eso escribo poco al respecto. Además, tengo familia chavista y aunque no entiendo sus razones, respeto sus opiniones porque eso es lo que significa libertad de expresión. Como dijo Voltaire, "Defenderé hasta la muerte su derecho de tener una opinión diferente a la mía."
Seguí las elecciones en diciembre y en abril con cuidado, con la misma cautelosa esperanza de tantos, y ahora sigo las protestas con angustia. No hay nada de cautela en mi angustia. La primera semana de protestas la preocupación me tumbó con migrañas por la tensión. Tanto fue que tuve que hacer ayuno de noticias para no enfermarme más, pero con sentimiento de culpa por los que sí estaban presentes. No entiendo mucho de política y no quiero entrar en polémica, pero para seguir bloqueando siento responsabilidad de responder a lo que está pasando, aunque sea en una pequeña manera.
La cuaresma es tiempo de oración y reflexión para los cristianos. Yo la he pasado orando por los presos políticos, por los estudiantes, por los que protestan y los que no protestan, por que el gobierno entienda que su trabajo es gobernar no reprimir, por los líderes de ahora y los que se están forjando. Sé que al igual que hay problemas, hay gente trabajando por construir patria y resolverlos, y oro por ellos sobre todo.
También estoy orando por mi familia y mis amigos que siguen en Venezuela, y en especial por mi amiga Lidia. Su papá tiene cáncer y aunque yo no esté allá, estoy muy pendiente.
No tengo mucho que contribuir a las protestas estando tan lejos, pero hago lo que puedo para diseminar información por mi cuenta de Twitter y contándole a quien escuche lo que está pasando. Soy fitziane en twitter, y normalmente tuiteo sobre temas de biblioteconomía pero ahora la mayoría de mis tuits son para diseminar información sobre la situación en Venezuela. Ojalá pueda regresar a la biblioteconomía a tiempo completo muy pronto.
(Esta entrada me ha costado mucho y ahora la Gran Muralla Electrónica de China no me deja publicarla. Llevo 24 horas bloqueada. Como si necesitara más razones para solidarizarme con los medios bloqueados en Venezuela.)
Por respeto a ti y tu familia chavista solo voy a decir que detesto ese régimen que tanto daño está haciendo a Venezuela, muchos años costará que Venezuela vuelva a ser el país en el que tu y yo vivimos si es que algún día Cuba, que es la dueña y señora que está viviendo chupándole la sangre y el petroleo, lo permite, no digo mas nada :(
ResponderBorrarComo que no hay mucha paz en Egipto, pero supongo que ustedes saben muy bien lo que hacen, yo solo se lo que dicen en los telediarios y eso es saber poco, sabes que yo les deseo lo mejor.
Esperemos que al menos Internet sea mas libre por aquellos lados :)
Por si acaso les deseo que tengan un traslado perfecto y si puede ser feliz, mejor :)
Besos y salud