Gracias, co-madre

Mi hija cumplió 5 años hoy. Por lo menos eso pensamos. La policía la encontró abandonada en la calle el 2 de noviembre. En el hospital estimaron que tenía 4 días de nacida y esa fué la fecha que anotaron en la partida de nacimiento. Si no fue hoy hace cinco años, fue ayer o mañana.

Adoptamos a mi hija hace tres años y medio, cuando ella tenía 18 meses. En el orfanato compartió habitación con 9 otras niñas. De vez en cuando hubo niños, pero la mayoría de las adopciones en China son de niñas.

Es posible que a mi hija la abandonaron por ser niña. Lo más probable es que nació de una campesina joven y soltera. Las muchachas solteras que quedan embarazadas en las ciudades tienen hospitales a donde ir para abortar. Si están casadas se quedan con su bebé, salga lo que salga, porque es uno sólo que pueden tener.

Yo pienso mucho en la mamá de vientre de mi hija. Me pregunto si en esta fecha ella recuerda el aniversario. Me pregunto quién era y porque tuvo que pasarme la dicha de querer a su bebé. Me pregunto si tuvo antojos cuando estaba preñada y si alguien se los complació. Me pregunto si encomendó a Andreína a algún santo o a Dios o a alguien celestial y si se despidió con un beso. Me pregunto que estará haciendo ahora y cuanto tiempo le tardó recuperarse de haber regalado a su hija. Me pregunto si ella sabría que vendríamos nosotros para quererla y cuidarla. Andreína no ha preguntado, pero va a querer saber. Me pregunto cuando llegará ese momento.

Mi deseo de cumpleaños para mi hija es que ella siempre piense que su mamá de vientre la quiso tanto como la quiere su mamá de alma.