Como es época de Navidad, el sábado no me podían garantizar asiento en el vuelo de hoy y a la angustia de la visa se unió la incertidumbre por la fecha de salida. Me dieron ticket para el 25 en la noche, pero igual me vine directo de la embajada con mi visa nuevecita. El Niño Jesús se apiadó de mí y me dió el hermoso regalo de poder ir hoy a reunirme con mi familia. Casi como una película de Navidad.
Si se van a quedar accidentados en alguna parte, accidéntense en Singapur. Me encantó la ciudad. Ya la conocía un poco por haber pasado por aquí en otras ocasiones camino a otros lares, pero ésta vez pude recorrer los lugares menos obvios.
Me quedé en un hotelito en la sección india de la ciudad. Al principio lo ví con malos ojos - tal vez por el despecho - pero en realidad, la habitación estuvo limpia y la cama muy cómoda. El hotel no ofrece desayuno ni tampoco piscina o gimnasio, pero está en el centro de Little India y me encantó el ambiente.
Tomé muchas fotos malosas que no voy a montar, excepto por éstas dos. La primera es temprano en la mañana en una de las avenidas de Little India porque me encantan los colores. La otra es un mercado de souvenirs. Si se fijan bien, el dios elefante hindú está al lado de un buda chino y probablemente por ahí hay un ídolo malayo también. Esa convivencia es emblemática de los singaleses.
Ahora pronto me reuniré con mi familia y podré celebrar la Navidad de verdad verdad. ¡Felices fiestas a todos!
Me alegro mucho que terminara tu angustia y al final todo saliera bien y puedas estar con tu querida familia que también estaría preocupada, y ya sabes para la próxima vez, ojo pelao con los olvidos :))
ResponderBorrar¡Felices fiestas!
Besos y salud
Ja ja, ojo pelao, verdad que sí
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