jueves, 24 de marzo de 2011

Promesas de cuaresma

Hace casi un año dejé de comer trigo. Me produce inflamación intestinal, erupciones en la piel y de vez en cuando me causa indigestión fortísima. Con dejar de comerlo perdí mucho peso, pero últimamente he empezado a recuperar los kilos perdidos, más que nada porque no me he negado ni el más mínimo chocolatín éste invierno.

Para volver a perder el peso recuperado, decidí hacer una promesa de cuaresma: ayuno de azúcar hasta la semana santa. Así tengo punto final a la dieta, puedo decidir continuarla si me parece, y tengo el incentivo agregado que mucha otra gente también está haciendo dieta de azúcar ahora.

Eso fue el viernes. El sábado amaneció la noticia de que no hay sal en los puntos de venta. La gente está asustada por la radiación en Japón y razonando que la sal se hace evaporando agua de mar, piensan que hay que acaparar sal de ahora para no tener que comprar sal radioactiva después. (No los culpo. El año pasado hubo escándalo porque a la formula de niños y a la leche en polvo, las compañías lecheras estaban agregando melanina para aumentar los niveles de proteína. Varios bebés se enfermaron con cálculos renales y hasta algunos murieron envenenados. Espantoso no poder confiar en la calidad de los alimentos.)

Total que ando sin azúcar y pronto sin sal. La próxima promesa de cuaresma que hago será no amargarme.

Abajo una iglesia en Shanghai al atardecer. Me pareció que pegaba con lo de la cuaresma.

P.D. Aquí en Tianjin, aparte de la falta de sal, estamos bien. La crisis en Japón no nos ha afectado, aparte de la falta de sal y la tristeza por la tragedia.

sábado, 19 de marzo de 2011

Un ratito más por favor

Hola. El miércoles terminó por fín el trimestre de mi maestría y terminé molida! Estoy cansadísima y lo único que quiero hacer es leer, así que al blog le pido que me deje dormir un ratico más.

Por si acaso, aquí en Tianjin, aunque estamos relativamente cerca de Japón, no ha pasado nada. Estamos bien. Hay mucha gente asustada con lo de la radioactividad, pero los niveles siguen iguales - es decir, no hay - y nos rehusamos a unirnos al pánico. Hemos vivido aquí 10 años y en esos 10 años hemos pasado por epidemias de SARS, fiebre aviaria y porcina, disturbios y terremotos, así que algo hemos aprendido es mantener la calma.

En resúmen, estamos bien, no radioactivos y super cansados. Me voy a dormir un ratico más.

------------

Ah, y con éste, tal vez aparezca otra entrada escrita el lunes pasado desde Shanghai. Como para rematar, el gobierno chino ha aumentado su cuti-blo cuti-queo y me ha costado montar la entrada.

lunes, 14 de marzo de 2011

Shanghai

IMG 0169

Estuvimos en Shanghai el fin de semana. Scott y yo asistimos a una conferencia para los colegios internacionales, el como director de atletismo y yo como bibliotecaria. Fue una experiencia profesional excelente y estoy cada vez más enamorada de mi vida como bibliotecaria.
Mis hijos se quedaron con unos amigos que esquían con nosotros. Tienen hijos de la edad de los nuestros, y todos nos llevamos muy bien. Los niños fueron al colegio internacional de los hijos de ellos. Ellos viven alejados de la ciudad y cerca del colegio por lo que me tocó disfrutar de mi marido el viernes en la noche, pues los niños se quedaron a dormir allá. Scott y yo nos hicimos los novios y salimos a comer y rumbear. (Como además de novios somos padres, a las 8:45 p.m. ya se nos había acabado la gasolina para la comida y la rumbeada y nos regresamos a dormir!)
Me encantó la vida de expatriado en Shanghai. La primera vez que fui fue hace 8 años, prácticamente recién llegada a China. Nos tocó quedarnos en pleno centro de la ciudad, con todo el ruido y el tráfico de cualquier ciudad grande. El hotel estaba viejito, la conferencia poco satisfactoria, y la compañía fastidiosísima. Total que tenía malas impresiones de Shanghai. Esta vez nos quedamos en un hotel muy céntrico. Caminamos para todas partes, comimos rico y occidental, tuvimos días de cielo azul, y de ñapa, esa noche de novios. Total, que ahora me gusta Shanghai.
Ojalá así me pase con Bangkok. Una de las cosas que ocurrió en Shanghai es que me convencieron los amigos de reunirnos en Tailandia, donde ellos pasan dos semanas de las vacaciones de Navidad. A mí me da asco Tailandia, pero quien sabe, con buena compañía tal vez le tengo mejores ojos.
-------------
P.D. En Shanghai nos enteramos del terremoto y tsunami en Japòn. No nos afectó excepto porque tenemos amigos japoneses con familia en Sendai. Hoy en la mañana por fin recibieron noticia y los familiares todos están bien. Claro que ahora está la radioactividad que tal vez venga de Japón. Por lo que escuchamos en la prensa y por lo que nos dicen los amigos japoneses que están en Japón, no tenemos que preocuparnos todavía. Los alemanes aquí están al borde de la histeria porque Japón está a la misma distancia de aquí que Chernobyl de Alemania. Pero, habiendo vivido epidemias de SARS, fiebre aviaria y fiebre porcina creo que vamos a mantener la calma y continuar como siempre. Dios proveerá.

viernes, 4 de marzo de 2011

Mientras tanto

Estoy super ocupada con la maestría, mi familia, el trabajo, en fín, con la vida, así que estoy perdida de la blogósfera y seguiré perdida por un tiempo más. Mientras tanto, les dejo ésto, comiquísimo, dedicado a mis amigos venezolanos. Si alguna vez pidieron o dieron direcciones en Venezuela, lo reconocerán.