martes, 25 de enero de 2011

Torticas de arroz


A riesgo de que éste blog se convierta en uno de cocina, aquí les pongo la receta de mis torticas de arroz.

Esta es una receta que aprendí de mi mamá. Ella fue directora de los campamentos bíblicos vacacionales de mi iglesia y ésta era una receta que creo que inventó en uno de los campamentos, una vez que tenían un campamento lleno de niños, una tarde de lluvia encerrados todos y mucha hambre infantil. Mi mamá me contará la historia verdadera, pero así me quiero imaginar el origen de la receta: la inspiración de una tarde de lluvia y muchos loquitos.

Aquí tengo que aclarar que yo soy una mamá bastante floja. Como tengo ayees que me cocinan todos los días, solamente tengo que ocuparme de la cocina los sábados y domingos. En un intento de romper la adicción a los juegos electrónicos he declarado que cenamos a las 6 en punto y que una vez que nos sentamos a comer no hay más electrónicos excepto por películas, y esas sólo los miércoles cuando tienen clases de natación. (Porque los chamos no dan para más los miércoles.) La cosa es que por mi flojera teníamos tiempo que no nos sentábamos consecuentemente en la noche a cenar juntos. Luego de una semana de la vuelta a la rutina de las cenas familiares, mi hija me reclamó el sábado que eran casi las seis y no me veía moviéndome hacia la cocina.

Pues con ese reclamo - y pensando que mi nueva rutina estaba rindiendo fruto - no me quedó otra alternativa que pararme a cocinar. Claro que entonces, a las 5:33 pm, no había nada para comer. La carne estaba congelada, los únicos vegetales eran un par de repollos (coles) y una botella de salsa mejicana. Rascándome la cabeza frente a la nevera casi vacía, escuche claramente a mi mamá, "¡Torticas de arroz, muchacha!" Quedaron divinas y la cena, primorosa: las torticas, limonada hecha a mano, un coleslaw muy rico que me comí sola por supuesto, la salsa mejicana y rebanadas de jamón.

Entonces, a la receta. Nada más fácil.
  • 2 tazas de arroz cocido (preferiblemente integral)
  • 2 huevos
  • un poquito de leche, suficiente para humedecer el arroz
  • un poco de harina o maicena
  • 1 cdta de semillas de linaza molidas o de afrecho (opcional pero muy beneficioso para el intestino de mi hijo que recibe muy poca fibra)
  • sal al gusto
  • aceite
Se mezclan todos los ingredientes excepto el aceite. Quedará una masa húmeda y densa.
Se calienta el aceite en una sartén. Cada tortica es una cucharada generosa de masa. Se fríen por ambos lados. Se sirven calientes.

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sábado, 15 de enero de 2011

Hervido de no-gallina y creo-que-ocumo

Esta haciendo un frío espantoso. El viento hace temblar las ventanas y las puertas y se cuela por entre los poros de la casa. Provoca un hervidito calientico y aromático. Prefiero los hervidos de res pero la ayee me dijo que nada más tenemos cochino y pollo en el congelador. Hace demasiado frío como para ir al automercado a comprar la carne de res, así que hervido de no-gallina será. (Gallina se consigue, pero solo en los mercados libres y es demasiado el frío como para aventurarse a esos y pasar 30 minutos explicando en mi chino digital* que la quiero degollada y desplumada.)

Busco el recetario de Scannone, la biblia de mi cocina. Leo los ingredientes y sustituyo mentalmente.
  • 1 gallina de 2 1/2 kilos pollo en presas
  • 1/2 kilo de carne de lagarto con hueso  1 cubito de res
  • 24 tazas de agua fría (eso sí que hay hoy, ja ja!)
  • 2 ajo porros grandes
  • 2 cebollas grandes
  • 2 ramas de celerí
  • 2 ramitas de perejil (nuevamente nada más en el automercado)
  • 1/2 kilo de yuca ocumo (o por lo menos me hago la idea de que es ocumo porque es más largo y flaquito de lo que conocía en Venezuela.)
  • 1/2 kilo de papas
  • 1/2 kilo de apio nabo blanco largo (que resultó no ser nabo sino un rábano dulce que le da sabor a pimienta al caldo)
  • 3 jojotos grandes auyama (Se consigue maíz pero cada vez que le pongo jojoto al hervido se agria después del primer día)
  • 1/2 kilo de repollo (no, huele feo al cocinar)
  • 8 dientes de ajo machacados (machacados a mano porque la ayee me rompió el pisa-ajos pensando que era exprimidor de limones)
  • 2 cdas de sal
  • 1/2 cda de pimienta negra
  • 2 ramitas de yerbabuena (no se consigue sino menta, y sí, si se nota la diferencia cuando la sopa tiene sabor a pasta de diente por mas leve que sea.)
  • 4 ramitas de cilantro
Bueno, no está tan mal. Pensaba que serían mas las sustituciones y que me saldría ocurrente la entrada con todas las palabras tachadas, pero no. A cocinar.


¿Se fijaron en el budare donde puse las verduras para las fotos? ¡Es suizo!
 Lo compré en el resort de ski de un señor estaba vendiendo ollas de fondú, cocinillas portátiles súper elegantes y budares. Seguro que en Suiza lo usan para otra cosa pero como cuando salí de Venezuela no me iba a traer los 20 kilos de un budare en la maleta, cuando lo ví se me aguaron los ojos. Es perfecto. Ahora a entrenar a las ayees y a mi marido para que no me lo laven y lo dejen curar con aceite. ¡Vaya que voy a tener batalla!


Me voy a seguir cocinando. Esto lo escribo mientras se cocina el caldo. Ahora tengo que bajar a agregarle las verduras. Me va a quedar exquisito, lo sé.

*Chino digital: Yo hablo algunas palabras en chino y lo demás es apuntando con el dígito índice.

Nota: No conseguí la receta de Scannone en línea así que les dejo éste enlace para que vean la receta de Doña Marta, que también es deliciosa.

domingo, 9 de enero de 2011

Tres semanas de vacaciones

Estuvimos de vacaciones por tres semanas. Tres semanas, tres fotos.

La primera semana tuvimos un campamento de ski en Wan Long. Esa montaña es donde esquíamos desde hace cinco años cuando primero abrió y es una de las razones por las cuales hemos permanecido tantos años en China. Esquiar es excelente deporte de familia y vaya que hemos aprovechado de las delicias de Wan Long. Este año el gerente de Wan Long le ofreció a Scott liderizar un campamento para niños. No le pagan en efectivo pero nos hospedan, nos alimentan, esquiamos gratis, y nuestros hijos participan en el campamento. Eso costaría unos US$2500 por una semana así que salimos muy bien. Aquí están nuestros esquiadores en la cima de la montaña. Sale muy oscura porque Scott insiste en que tome fotos contra la luz porque se ven las montañas detrás.


Navidad fue en familia. Wan Long quería que nos quedaramos hasta el 25, pero no lo permití. Navidad es para estar en casa. Esta foto no salió muy buena pero la incluyo porque uno de mis momentos favoritos de la Navidad fue cuando Michael recibió su iPod Touch. El no lo esperaba, creía que iba a recibir un mp3 más barato, y pasó un minuto completo muy confundido mirando la caja. "¿Qué es esto?" se preguntaba una y otra vez. Para que le cayera la moneda tuve que explicarle que sí era cierto, el Niño Jesús le había traído un iPod Touch.


La tercera semana de las vacaciones volvimos a Wan Long para un segundo campamento. Tuvimos un par de niños que regresaron después del primer campamento porque les gustó tanto - y además se trajeron a la hermanita de cinco años que pasó un día y medio diciendo que no le gustaba esquiar y resto del tiempo gritando de felicidad, "I did it! I did it!"

Una de las sesiones al final del campamento es una carrera en slalom. Para entonces los niños pueden ir tan rápido que no alcanzo a capturarlos hasta muy tarde.

Por cierto que se suponía que yo no tendría rol en el campamento. Yo iba de mamarrazi. Pues por supuesto que terminé de instructora. A mí me toco el grupo de los intermedios y nos fue muy bien, pero ¡eso cansa muchísimo! Tenía tiempo que no me dolían tanto las piernas al terminar el día.

Tres semanas de vacaciones que pasaron, tres semanas de trabajo que empezar. Así pasaré el día de hoy, entre dos realidades.

sábado, 1 de enero de 2011

Lo mejor del año nuevo

Lo mejor del año nuevo, mejor que la promesa de 365 días nuevecitos, mejor que las buenas intenciones sin romper, mejor que la fecha de hoy sea 1-1-11, mejor que vivir donde no tengo que calarme los resúmenes en televisión del año que se va, son los chistes que aprovechan el final del año y el comienzo del siguiente.

Mi papá siempre celebra el año nuevo diciendo cosas así el primero de enero:
  • ¡Es la primera vez que me cepillo los dientes en todo el año!
  • ¡No almuerzo desde el año pasado!
  • !Qué bueno! !En lo que va del año no me han salido más canas!
  • Josianita, ¡no te has reído de uno de mis chistes desde el año pasado!
Pues, créeme, papi, que tengo riéndome desde el principio del año con tu inspiración para ésta foto y el video que le sigue. Además, éste año Michaelito se ha unido al maratón de chistes malos. ¡Por fín un compañero! (Andreína repite y repite, "!Pero el año pasado fue apenas ayer!" No entiende todavía, pero ya veremos el próximo año.)

¡No me he cambiado la piyama desde el año pasado!

Papi, seguro que conoces ésta mirada desdeñosa, ja ja. 

A mi comunidad bloguera le deseo mucha prosperidad y sosiego en el 2011. A mi familia, besos y abrazos y muuuuucho cariño.