Cuando yo era chiquita, un amigo de mi mamá visitó la China. El trajo de recuerdo estos caramelitos White Rabbit. Me parecieron tan exóticos. Nada más nos tocaron dos. Recuerdo la sorpresa de que uno se puede comer el envoltorio porque es papel de arroz.
Y ahora, vivo en el país de éstos caramelitos.
Epa que esos caramelitos son deliciosos. Fíjate, las vueltas que da la vida... :-)
ResponderBorrarEstoy leyendo todo tu blog ....y esos caramelos los probe una vez no se donde...y son full ricos....la vida te da sorpresas!!!
ResponderBorrar