martes, 25 de mayo de 2021

Se me va acabando

La vista desde mi biblioteca al jardín del colegio. Me encanta cuando las acacias flambayán están en flor.
Es mi última primavera en Egipto.

 

Esta entrada va a ser un poco dispersa porque estoy tratando de entender cómo me siento. Se me acaba la vida de educadora internacional. El 15 de junio me regreso a EEUU y en agosto, por primera vez desde 1996 no voy a montarme en un avión para regresar a trabajar en un colegio internacional. ¡25 años!

Mi trayectoria internacional:

  • El Cairo, Egipto:  1997-1998
  • Beirut, Líbano: 1998-2001
  • Tianjin, China: 2001-2014
  • El Cairo, Egipto: 2014-2021
Se cuenta rápido, pero, ¡qué de tiempos que hemos pasado! ¡Qué aventuras!

De Egipto me va a hacer falta:
  • comprarle limones al viejito de la esquina que me llama habibi 
  • ver las pirámides de Giza desde la autopista todos los fines de semana cuando llevo a mi hija a su clase de equitación
  • tener ayuda doméstica - aunque mi señora de servicio me saca de quicio con sus taradeces, le agradezco que me tiene la casa como tacita de plata
  • los pajaritos que cantan del árbol en la esquina. Son como 500s y cantan todo el día pero sobre todo para despertarme en la mañana
  • pedicuras baratísimas
Esos son pequeños detalles. Lo que voy a echar de menos de verdad es ser una maestra expatriada. Ya no voy a ser expat, sino inmigrante. Ser "expat" nos permitió un estilo de vida con muchos privilegios. Viajamos mucho y conocimos mucho. Tuvimos domésticas y choferes. Fuimos al cine, al teatro, al ballet, a conciertos con entradas VIP. Nos codeamos con embajadores, jefes de transnacionales, y la clase alta de los países donde vivimos. Tuvimos un estatus especial. 

Ahora voy a ser inmigrante, con toda la sensación de ajenidad que eso implica y sola. En los colegios internacionales, teníamos una camada de amigos expatriados y nos deleitábanos de nuestro estatus especial. Mi vida en un pueblito de New Hampshire será muy diferente. 

No me van a hacer falta los viajes de mi vida expat - si no me monto en un avión por un par de años seré feliz - pero sí me hará falta tener cocinera y chofer. Que alguien me lave la ropa y la planche y la guarde. Voy a comenzar la vida en un país nuevo - por más que EEUU sea conocido, he trabajado poco ahí - sin un departamento de recursos humanos que me explique las diferencias y pecularidades de la cultura. 

¿Si uno anticipa que va a sentir un choque cultural, pega menos?

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