Llegamos ayer en la tarde, a encontrarnos por primera vez con el camper que será nuestro domicilio por los próximos 32 días.
El camper tiene 6 metros de largo y dos y medio de ancho. El puesto en el campamento nos permite tener electricidad y agua, pero no desagüé. Tenemos un tanque para el agua sucia, pero cuesta 25 dólares vaciarlo, así que el plan es usar el baño del campamento y el grifo que tiene el puesto.
El camper nos los prestó un amigo de mi cuñado y nos sale gratis. Tenemos que pagar alquiler al campamento y el registro automovilístico. Sale más barato que alquilar casa de playa. Scott quería pasar el mes entero en una carpa pero me negué categóricamente. Menos mal porque hoy, apenas a 24 horas de llegar, ha llovido desde las 2 pm y el pronostico promete más. En carpa seria un martirio esté aguacero -- en realidad, con el camper tan solo un poco mejor. ¡No hay donde moverse! Ojalá no nos toquen muchos días de lluvia.
Normalmente a Scott le dan vivienda por ser salvavidas pero este año estamos en una playa diferente porque nos quedamos apenas cuatro semanas. Con esta playa la vivienda corre por nuestra cuenta, y en Cape Cod son demasiado caros los alquileres.
El mantra para los 32 días es "a disfrutar de la aventura." Las camas hay que armarlas todas las noches, transformando la mesa del comedor, el sofá y unos gabinetes en camas sorprendentemente cómodas. Hay que comprar comida a diario porque la neverita es pequeña. Tengo una cocina a gas con horno y todo, pero tan poco espacio que no provoca cocinar. Compramos una pequeña parrilla a gas para cocinar afuera más bien. La tenemos afuera sobre la mesa de picnic, donde también hemos puesto el microondas. El camper tiene enchufe externo. La parrilla cocina como las cocinitas de juguete, pero tal vez eso sea porque todavía esta nueva. Lo único que he intentado hasta ahora ha sido salchichas. A ver como nos va mañana.
Total que todo una verdadera aventura. Tengo planeado pasar casi todo el tiempo en la biblioteca pública o la playa, para pasar poco tiempo dentro del camper y no desencantarnos con él.
Alberto Grau siempre dice, "en veinte años nos reiremos." Me conformo con poder reírme en 34 días.