Ilusiones espaciales

Por seis semanas, mis alumnos y yo hemos estado investigando el sistema solar. Por supuesto que NASA y su portal en la web ha sido un gran recurso para nosotros. Nos hemos maravillado con las fotos del telescopio Hubble y con el viaje de la nave espacial Cassini entre las lunas de Saturno. Nos hemos transportado a la superficie de Marte con los carritos observadores (rovers), y nos hemos despedido de Voyager I y II que están saliendo del sistema solar después de casi 30 años de viaje espacial. Hoy descubrimos a la NasaTV, justo a tiempo para presenciar el despegue del transbordador espacial Endeavour.

El despegué fue a las 2:31 de la mañana en Cabo Canaveral, o sea las 2:31 de la tarde aquí en Tianjin. Pasamos la mañana anticipando el vuelo viendo como terminaban los preparativos: la entrada de los astronautas al transbordador, los venteos de diferentes gases en los cohetes, los controladores en Houston, y hasta clips biográficos sobre los astronautas. Interesantísimo, tanto que se me olvidó ir a una reunión con el director del colegio. Mis alumnos fueron a clase de educación física, y yo me quedé, pegada a la televisión.

Tengo que reír. Hace 30 y pico de años, cuando el programa espacial norteamericano estaba en su apogeo y yo tenía menos de 10 años, recuerdo claramente que interrumpieron al episodio de Popeye que estaba viendo para pasar un aterrizaje en la luna. No debe haber sido el primer vuelo con Neil Armstrong porque ese aterrizó casi a media noche, pero pudo ser cualquiera de las otras 6 misiones que siguieron al Apollo 11. Recuerdo claramente la indignación porque me quitaron mi comiquita para pasar esa cadena fastidiosa. Un hombre en la luna... ¿y qué? Sin espinaca ni cancioncita ni nada. ¡A quién le importa! pensé entonces.

Adelantémosnos a hoy. Olvidémosnos de mí y las tres horas que pasé pegada de la computadora contando los segundos hasta el despegue. Mis alumnos son ciudadanos del futuro. A ellos le importa, Josianita. En estas seis semanas han aprendido mucho. Yo sólo he guiado. Ellos han sido los exploradores. Leyeron por lo menos una docena de libros sobre el sistema solar. Aprendieron a pronunciar nombres de planetas, lunas, cometas, y galaxias. Debatieron el derecho de Pluto a ser planeta. Saben que le debemos la vida a la gravedad. Pueden describir con detalle a cada uno de los planetas de nuestro sistema y saben explicar como se formaron las estrellas. A ellos les gustan las comiquitas también, pero nunca preferirán un marinero fumón y come-espinacas a una nave espacial. Que Dios los bendiga y les ayude a cumplir sus sueños espaciales.