Cogitatus interruptus

Estoy de madre soltera hasta el 20 de septiembre, cuando regresará el biónico de mi marido, con una ferula y cuatro tornillos en el cuello. Le va bien, esta empezando a moverse más. El jueves que viene tiene consulta de nuevo con el cirujano. Seguramente lo encontrará muy bien. Mientras tanto estoy aquí encargada de mis dos hijos. En realidad es menos dificil de lo que yo pensaba pero igual es mucha la atención que les tengo que prestar y muchos detalles que tengo que atender. Agréguesele a eso el trabajón del colegio. Ya llevamos un mes de clases y todavía no se calma del todo la cosa por allá tampoco.

Todo esto no me ha permitido escribir en el blog ni tampoco mantener la correspondencia. Se me ocurren ideas pero no tengo tiempo ni energía para completarlas y había pensado que no escribiría aquí hasta el regreso de Scott, pero no puedo. La presión interior de escribir es demasiada, asi que aquí les pongo mis pensamientos interrumpidos.

- Los colegiales chinos regresaron a clases el viernes pasado. El país entero está regulado por esa marea de estudiantes que viene y va según la temporada educativa. Mi chofer me dice cuando empiezan las clases, cuando terminan, cuando son los examenes nacionales, cuando es día del maestro o del estudiante. No tiene que decirme, los veo yo, en sus uniformes y sus bicicletas, como moldean el tráfico asi como moldean las esperanzas del país.

- Estamos en verano y hay pescadores en cada canal, estanque, y hasta charco. Siempre es lo mismo: un chino, en manga de camisa o camiseta, con los pantalones arremangados, una cesta, un taburete, y una vara de pescar. Le ponen pan o gusanos a los ganchos, lanzan la cuerda al agua y esperan. No hablan. A veces hay varios sentados uno al lado del otro e igual no hablan. Yo intento pescar una foto. Como ellos, no pesco nada y si lo pesco, es un espécimen inferior que hay que lanzar de nuevo al agua. Mejor no hablo.

- Sufro de dolor de espalda. Ahora que sabemos que Scott ya tiene artritis en la columna, ¿qué quedará para mí? El es atlético, come sano, evita las chucherías, bebe una cerveza a la cuaresma. Yo que estoy gorda, que me encanta un Big Mac, que hago ejercicio obligada, ¿qué sorpresitas tendré yo por dentro?