Hoy mi hijo perdió su primer diente. Vestido del hombre araña y armado de valor, fué al dentista para que se lo extrayeran, pues el diente nuevo ya salió por detrás y estaba pisando el diente de leche que no se le estaba aflojando más.
En el dentista le conté del ratoncito Peréz, porque se me había olvidado antes. Compramos un libro de un león a quien le sacaron una mega muela tan grande que el ratón tuvo que montarse en avión de juguete para llevarselo. Es muy lindo el libro y trae como regalo una bolsita para los dientes.
Antes de dormirse, me preguntó mi hijo si el ratoncito le iba a dejar una merienda dulce. Yo le expliqué que no, pues el ratoncito solo quiere dientes sanos, y los caramelos producen caries.
- Ah, entonces me va a traer comida de verdad, como una manzana, - dijo, o sea que mañana, además de sus dos dolaritos, encontrará una rica manzana. Ahora a ver como se la va a comer con aquel hueco.
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