viernes, 22 de febrero de 2013

Parillita coreana en el restaurante japonés

A mi marido, mi hija y a mí nos gusta mucho la comida japonesa. En agosto abrió un restaurante japonés cerca de la casa y cenamos allá unas dos veces al mes.

A Andreína le gusta el sashimi de salmón, a Scott el de atún, y a mí el de mero. A los tres nos gustan los frijoles de soya envainados (edamame) y los vegetales en tempura, sobre todo la batata. También nos gustan los sushi roll, especialmente los que tienen aguacate o semillas de ajonjolí por fuera. Nos gusta el wasabe, el jenjibre encurtido y la sopa de miso.

A mi hijo no le gusta tanto. El es carnívoro. Eso de comer algas no es con él, y cuando vamos come solamente milanesa de carne y arroz blanco. La última vez que fuimos, mientras esperaba la milanesa probó el atún crudo y sí le gustó. El milagro fue que haya consentido probarlo.

Michael se fue esta mañana a pasar el fin de semana en Beijing y como él siempre se queja para ir al restaurante, hoy fuimos los tres sólos.

Pedimos nuestros platos favoritos y decidimos además probar la parrilla coreana, un plato nuevo que empezaron a ofrecer desde el año nuevo. (El chino, o sea que nada más llevan dos semanas. )

Nos encantó. Viene en una mini-parrilla de lo más cuchi, con una rueda de cebolla y un trocito de pimentón. La carne viene cruda y uno la cocina sobre la parillita. Andreína fascinada. Quiere traer a su hermano y brindarle una para él solito


lunes, 11 de febrero de 2013

Me las puse rojas

En Venezuela, nos ponemos las pantaletas amarillas el 31 de diciembre para asegurar buena suerte en el año nuevo. ¿Es igual en otros países latinoamericanos?

En China también solo que las pantaletas son rojas porque el rojo es color de la buena fortuna. El Año Nuevo Chino fue el domingo y lo celebramos esquiando como todos los años desde que descubrimos que la montaña queda sola porque los chinos reciben el año en casa.

El año que empezó ayer es el año de la serpiente. Ese es mi signo en el zodiaco chino. Mis asistentes chinas me dicen que uno debe cuidarse en el año de su signo pues ese es un año de mucha dificultad; o sea que para mí, el Año de la Serpiente podría convertirse en el Año del Culebron. ¡¡Ojalá que no!! Ya con los zarpazos que me dio el Año del Dragón tuve suficiente.

Para protegerme, una de mis asistentes me regaló medias rojas. Supongo que pantaletas sería demasiado íntimo. Me las puse en la víspera por sí acaso.



domingo, 3 de febrero de 2013

Año nuevo chiquito - Xiao Nian

Hoy es el 23vo día del último mes del calendario chino lunar. Los chinos lo llaman el año nuevo chiquito, Xiǎo Nián. Hoy es la presentación anual de los dioses de la cocina al Emperador de Jade.

Cada familia tiene su Dios de la Cocina, Zaoshen. Esta encargado de vigilar el comportamiento de la familia durante el año. Hoy viaja al cielo a entregar su reporte al Emperador de Jade. Dependiendo del reporte que dé Zaoshen, será buena o mala la suerte de la familia en el año que empieza.

Para garantizar que el reporte sea dulce, las familias le hacen ofrendas de frutas a Zaoshen en sus casas y le embarran la boca con melaza o con miel. También ésta es la noche en que empiezan los fuegos artificiales. 

Este año con la contaminación tan fuerte y con frecuentes e inusuales nevadas, no habíamos visto los tarantines que venden los fuegos artificiales hasta hoy. Los pobres vendedores tuvieron que montar paraguas sobre sus mercancías pues nevó desde la medianoche sin parar, una nieve bien mojada y pegajosa. No hay mucho estruendo de triquitraquis todavía, asi que me imagino que la gente esperará a que escampe antes de empezar.  **** No, nada de esperar. Ahí va el vecino.

En mi casa, Dios hay solo uno y cuida la cocina, la sala, las habitaciones, baños y balcones, lo grande y lo chiquito. Si quisiera hacerse pasar por deidad china, estará diciendo, "Ecita, mi muchachita, a ver si en el Año de la Serpiente le terminamos de enderezar la pierna del marido y la cuenta de ahorro a los dos."

Adiós, Año del Dragón. Nos trataste medio mal, tate. Cuídate en la bajadita. Te queda poquito.



Este collage lo fabricó la maestra de arte en el colegio. Para hacerlo, empleo tres docenas de platos de cartón, mucha tempera y 17 muchachitos de prekinder.  Les quedó de espectáculo.