jueves, 1 de julio de 2010

Auto-retrato

En La Vuelta al Mundo, el proyecto colectivo de flickr en el cual participo, el mes de junio fue mes de auto-retratos. También fue mes aniversario y lo celebré solo mentalmente con las hermosas fotos de tortas y velas que montaron los participantes durante la primera semana.

El tema de los auto-retratos me costó. Mirarme con el ojo de la cámara me costó. Me chocan las mujeres inseguras, pero me convertí en una de ellas ante el reflejo de mis cuatro arrugas y los defectos que me percibo. ¡Hasta estrés me causó! Ver las hermosuras que montaron las demás fotógrafas fue bastante intimidante. Total, que estaba redactando las disculpas en mi mente, pero, ayer vino mi papá al rescate con un cuento de mi tía Fina.

Sorprendentemente con el cuento se me soltó el bloqueo fotográfico (ya verán), pero  comenzó el mes del arcoiris en LVM, asi que a menos que me pinte de colores no compartiré los auto-retratos en el grupo pero aquí quedan.




El cuento de mi tía Fina

Mi tía Fina estaba en un velorio en un pueblo. En la casa habían puesto una cantidad de sillas para los familiares y los allegados en una sala donde estaba el muerto en su ataúd. Eran las once de la noche. La gente en la ciudad pasa unos cuatro minutos a la funeraria, a saludar y ya, pero en el pueblo de aquel entonces el velorio era en la casa del muerto. Además, mi tía Fina era chapada a la antigua y los velorios eran para pasarlos en vela.

Sentada en su silla, mi tía Fina estaba mirando a la gente llegar. Un velorio era ocasión para reunirse con familiares regados por el país y en ésta ocasión mi tía vio a mucha gente que no había visto desde el último velorio.

Afuera en la calle, estaba montada la fiesta. Había comenzado aquello con un sancocho y continuaba con partidos de dominó. Los niños corrían de un lado a otro y los adultos tomaban cerveza. Adentro en la sala, las beatas velaban al muerto con voces quietas. Desde su silla ante el ataúd, mi tía Fina pasaba el tiempo fijándose en la gente que entraba y comentando mentalmente sobre los cambios desde el última velorio. 

- Ahí está el Fulano, ¡qué viejo está!

- ¡Mira a Perenceja! ¡Cómo se ha arrugado!

- Hmmm. Por aquí pasó el Catire Eusebio, el divorcio lo dejó mal. Tan buenmozo que era antes.

Así iba pensando la tía Fina, calladita en su silla, pensando y criticando, pensando y criticando, hasta que de repente, dió un salto.

 - !Los desgraciados esos, falta de respeto! Así como los estoy mirando yo a ellos, ellos me están mirando a mí pensando, "¡Cómo está de vieja y fea la Fina! Ella nunca fue gran cosa, pero la han castigado los años!" ¡Qué criticones! ¡Que rezen las otras! Me voy a tomarme mi cerveza."

7 comentarios:

  1. JAAAAAA buenisimo!!! Demasiado bueno! De seguro le cayo buenisima esa cerveza a Fina.
    Con respecto a las fotos, yo creo que te ves radiante.

    ResponderBorrar
  2. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!
    Como me has hecho reír!!!! Ese cuento es realmente memorable, toda una lección de vida!!!
    Brindo con una cerveza por la tía Fina, y por lo maravillosas que somos las mujeres con todos nuestros defectos.
    Un placer verte, Fitzianita!!!

    ResponderBorrar
  3. Cielos!
    En esa ultima foto donde muestras esos ojazos preciosos y esa mirada inquietante...
    ¡Estás preciosa!
    ¡Viva la tia Fina!
    Ella si es fina...jajaja
    Pero tu...¡ FINISISISISIMA! JAJAJA
    Besitos y salud

    ResponderBorrar
  4. Mujer,,te vez GUAPISISISISIMA!!! , te han sentado muy bien el viaje,, felicidades!!! pasa la receta

    ResponderBorrar
  5. jajajaj el cuento de tu tia fina es lo maximo! jajjaa aun me estoy riendo y tosiendo (tengo gripa!) y de tus fotos, no puedo decidirme por una preferida esta entre tu mirada picara con lentes y la comoda, pero muy tú, llena de libros y con esa sonrisa preciosa!

    ResponderBorrar
  6. Pues a mi la primera foto me ha parecido muy divertida, la segúnda nos deja ver un poco de tu gusto por la lectura y en la tercera me parece que sales muy guapa, tienes unos ojos preciosos y que sonrien lindisimos.
    Ah, y la historia de la tía Fina ¡genial!
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  7. que buenas las fotos y sin perder el glamour jajajaj

    ResponderBorrar

Ya no vivo tras la Gran Muralla Electrónica de China así que comenten mucho porque así celebro no tener más restricciones al Internet. Si tienen algún problema comentando, escríbanme a fitziane arroba mac punto com.