Los pescadores están vestidos de mesoneros. ¿Será que están pescando la cena para el restaurante?
A los chinos les encanta pescar, y a pesar de las bajas temperaturas el canal cerca de mi casa sigue lleno de pescadores.
¿Y yo? Pescando un respirito, una inspiración.
Qué cómico lo de la pesca, me acuerdo de que lo mencionaste en otro post. Valeria sería feliz allá. Su caña de pescar es su posesión más preciada.
ResponderBorrarMe encanta esta foto, es como si contara un cuento. No se, una fabula al estilo: "cuatro hermanos iban todos los dias a pescar. El mayor usaba una carnada grande pero solo pescaba peces pequennos. El siguiente..." Algo asi...
ResponderBorrarJacquie: mándala pues. Causará sensación pues no he visto pescadoras. Alguna que otra novia sí, pero una mujer con caña en la mano, no.
ResponderBorrarMC: Sí, y con ilustraciones de Ed Young (el de Lon Po Po) que es de Tianjin.
¿Se fijaron que no se hablan? Es desconcertante porque los chinos a veces me parecen excesivamente parlanchines.
ResponderBorrarinteresante....
ResponderBorraraunque realmente la pesca es un deporte que se parece a los chinos: pacifico, tranquilo, relax, etc....
interesante eso de que no se hablan.... me imagino que ellos tambien estan como tu pescando respiros, mientras pescan peces...
un abrazo!
Holas!
ResponderBorrarAyer intente entrar a tu blog, y salio ERROR, pense que era por las restricciones de esa zona, pero veo que volvio todo a la normalidad, menos mal :)
No soy amante de la pesca pero me puedo anotar en verano, en invierno SON MUCHAS GANAS! y sin conversa? muy muero del aburrimiento!
Un abrazo Fitz!
Está bueno esto y la foto quedó genial.
ResponderBorrarMe parece jalado por los cabellos eso de irse de pesca en plena jornada laboral, en plena ciudad, pero bueno... le pone un toque especial al momento. ¿Cómo quedaría el menú del restaurante?
Todo tu blog es precioso y lleno de amor. Te felicito, esta foto es inspiradora, tal vez algún día haga un cuento y te la pida prestada para ilustrarlo.
ResponderBorrarUn beso enorme.
Rosamaría, cuando quieras está a la orden.
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