Tianjin es una ciudad muy contaminada. Cuando llegamos, después de vivir tres años a las orillas de Mediterraneo, no vimos el sol las primeras dos semanas pues el cielo y el aire estaban tan sucios. A mi asistente china le pedí que me consiguiera una tela color azul cielo, y me trajo una gris, pues ese es el color del cielo aquí.
Se ha mejorado la cosa un poco en los cinco años que hemos estado aquí. Aun así, éste cielo es un regalo de las fuertes brisas invernales y la visita del Comité Olímpico. Cada vez que visita el comité el gobierno obliga el cierre de las fábricas para que se aclare el aire. Una de las condiciones para celebrar las olimpíadas del 2008 es que China reduzca la contaminación. Me dicen mis amigos chinos que en el 2008 cerrarán las fábricas por completo un mes antes de que empiecen los juegos para asegurarse de que los atletas extranjeros puedan respirar. Mientras tanto, los que no somos atletas les agradecemos al Comité Olímpico las visitas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Ya no vivo tras la Gran Muralla Electrónica de China así que comenten mucho porque así celebro no tener más restricciones al Internet. Si tienen algún problema comentando, escríbanme a fitziane arroba mac punto com.