domingo, 27 de noviembre de 2005

Tengo tanto tiempo que no escribo en éste blog porque no lo podía ver desde aquí, pero ahora como que sí funciona. Aquí les pongo el último registro de mi yahoo blog.

Las alergías – programa de reducción de peso

Tianjin, 27 de noviembre de 2005

Llegó el invierno. Mi piel es mi higrómetro y me está indicando que la humedad está en cero por ciento. Se me reseca tanto la piel que paso el día untándome con crema de manos, pero igual a la media hora está reseca de nuevo. Las alergías se alebrestan con la falta de humedad.

Mi acupunturista dice que tengo un exceso de viento. La medicina china tropical considera que el cuerpo tiene elementos fundamentales. No me los sé todos pues el viento es el que me afecta más. Ese y el calor. La resequedad en la piel se debe a mi exceso de viento. La roncha que no se me cura en el cuero cabelludo es exceso de calor. Traducción: tengo que ponerme de nuevo a cuidarme para comer.

Adiós al trigo, la leche, el queso, el yogurt y la mantequilla, avena, naranjas y toronjas, la levadura, la cebada, el glúten de trigo, el afrecho, los huevos, la soya en cualquier forma (y vaya que es difícil no ingerir soya aquí en China), y las nueces. También adiós a cualquier comida preparada con aceites de girasól. No le tengo alergía al cacao, pero el chocolate tiene leche y lecitina de soya. Lo que más me duele es despedirme de la pizza.

Claro que ahora toca enumerar lo que sí puedo comer. La carne de cualquier animal, excepto que la acupunturista dice que para reducirme el calor necesito evitar los mariscos, el pescado, y el pollo. De los vegetales solo soy alérgica a los guisantes, así que lo que como es carne con vegetales y arroz. Había dejado el arroz por los carbohidratos, pero como con la dieta reducida me da mucha hambre, me tocará comer arroz de nuevo.

Contrario a lo que piensa la gente, los chinos de ahora no comen arroz – cuando pasaron hambre durante la revolución cultural sí, pero ahora todo el mundo tiene dinero y el arroz es nada más para llenar los huequitos después de comer. En cualquier caso, aquí en el norte de China lo que comen es fideo – muy ricos, por cierto – y un tipo de empanada llamada jiaozi que nos gusta muchísimo. Lo malo es que los jiaozi se hacen con harina de trigo. Mientras me duró la harina pan, las ayees me los preparaban con eso, pero como éste verano no conseguí, el último paquete nos lo comimos en septiembre.

Lo bueno de tener éstas alergías a cuánto alimento existe, es que rebajaré. Por supuesto que el efecto principal será una piel y un cuero cabelludo sanos, pero la reducción de peso no me irá mal. Lástima que no se me va a notar sino hasta dentro de cuatro meses.