Las cosas mejoraron en el segundo semestre a medida que fuimos ajustándonos pero igual, llegamos a las vacaciones de verano buen aporreados.
El verano lo pasamos calladitas. Me hija se quedo con su tía Lisa en New Hampshire, montando caballos y así cumpliendo un sueño de ella. Me hijo se vino con nosotros y se quejó de lo pequeño de la casa camper y de la falta de Internet, y solo se acecinó a la paya en las noches en que tuvimos fogatas.
Yo por supuesto pasé el verano leyendo, excepto por un día que Scott y Michael fueron a NH a buscar la camioneta picó, eso es cuento para otro día.
Los dejo con unas pocas fotos de ilustración de mis actividades terapéuticas.