viernes, 22 de junio de 2012

Y ahora en USA

Por fín llegamos a nuestro hogar temporario para el verano. Estaremos en casa de mi suegra hasta el 30 de julio, con una semana en Cape Cod, visitando y soñando con el año que viene cuando Scott de nuevo podrá trabajar como salvavidas en la playa.

Ayer llegamos aquí a New Hampshire, después de pasar dos lindísimos días en casa de los Carollos, amigos que trabajaron con nosotros en Tianjin. Nos pasearon y alimentaron y nos velaron el sueño del jetlag muy amablemente y lo único malo fue que la visita fue tan corta.

Ahora en NH, a tratar de no convertirnos en morsas totales sobre el sofá, pero es difícil con el calor insoportable. Mi suegra no tiene aire acondicionado porque en realidad solo lo necesita por una semana en el verano, pero estamos justo en la semana que lo necesita. Ni modo, a sufrir en silencio y pasar el día al lado del lago.

Aquí mi hijo, aprovechando el calor que no me deja moverme a regañarlo por pasar el día entero con la maquinita. Eso sí, en cuanto baje la temperatura unos 10 grados (no, mejor 20 grados porque con diez nada más iremos de calor insoportable a solamente asqueroso) recuperaré la energía, y entonces se acabó el morseo. 



Andreína está en lo mismo pero con menos ropa, así que mejor no montarle la foto. En cualquier caso, a ella no le importa el calor, especialmente porque dentro de poquito vamos a casa de mi cuñada que tiene caballos y ya la tía le prometió que puede pasar el verano completo allá. (Michael está hasta más emocionado que ella porque si ella está en casa de la tía, él no tiene que compartir en casa de la abuela.)

viernes, 15 de junio de 2012

Reunidos al fín en Kuala Lumpur

En la entrada anterior les expliqué que mi marido ha estado en Kuala Lumpur desde el principio de mayo recibiendo tratamiento en la rodilla. La cirugía principal fue para enderezarle la pierna, pues la tenía muy encorvada y eso le estaba causando graves problemas. Escogió hacerse la cirugía en Malasia bajo la recomendación de un colega que se había operado allá y porque el cirujano recomendado ha logrado muy buenos resultados con la inyección de células madre en la rodilla. 


La operación fue hace cinco semanas, y Scott está recuperándose poco a poco. Recibe fisioterapia diariamente y ya tiene su rutina pero fue duro. Le tocó viajar a Malasia solo. Los niños y yo nos quedamos en Tianjin. Mudarnos a Kuala Lumpur hubiese sido carísimo y los niños hubiesen perdido un mes de clases. Fue un mes de separación fuerte, pero ahora estamos nuevamente reunidos. 


Encontré a Scott bastante bien. El hotel donde estamos está al lado de un centro comercial grande y aunque él no sale mucho de compras ni siquiera con dos piernas buenas, ya tiene ubicado el Starbucks, el cine y el automercado. ¿Qué más necesita? Ahora que estamos aquí, su dicha está completa. 


Tiene la pierna derecha en un inmobilizador que puede ajustar con tiras de cierre mágico (Velcro). Puede posar un poquito de peso sobre el pie derecho, suficiente para cepillarse los dientes si además se apoya con las caderas en el lavamanos. Todo lo demás es con muletas y las maneja bien. Ni se cansa cuando camina -- o por lo menos no se queja, tampoco es que hemos paseado mucho. 


Llegamos el lunes y pasamos dos días entre el hotel y el centro comercial. Yo estoy recuperándome también, de un fin de curso muy agitado, la fiesta pre-cumpleaños de Michael*, y además la entrega de una sitio Web** para mi maestría, pero ya hoy hay que salir a pasear y a ver todas las maravillas que ofrece ésta ciudad tropical. 

*7 muchachos pre-adolescentes jugando con pistolas Nerf toda la tarde. ¡Cómo hacen de ruido y cómo comen!

** Creo que sólo estará disponible hasta el fín de semana pues está en el sitio de la universidad, pero vamos a buscar donde montarlo luego. 

Andreína me dijo ayer, "Esta ciudad se parece a tu país, ¿verdad? Digo, por el calor." Y la verdad es que sí, Kuala Lumpur sí se parece a Caracas. Es una ciudad muy verde, rodeada de montañas. Hace calor pero hemos estado en aire acondicionado casi todo el tiempo. De hecho, ayer fuimos al cine y pasamos frío hereje. Se me había olvidado que en países tropicales el aire acondicionado siempre es sub-árctico. En cualquier caso, la Caracas que yo recuerdo era la Ciudad de la Eterna Primavera. Aparte del clima, sí, Andreína, se parece a mi país por el verde tropical, los cerros alrededor de la ciudad, y la bandera de la ciudad. La bandera de Kuala Lumpur también es amarillo, azul y rojo, con un sello en el banda azul que representa los tres territorios federales. Es bastante extraño ver el tricolor flotando al lado de la bandera de Malaysia.

Hoy vamos a ir a comer a una calle donde hay muchos restaurantes callejeros que ofrecen pescado y mariscos. Según entiendo, uno escoge el pez que uno quiere en un tanque y en 10 minutos se lo traen a uno cocido al vapor y al estilo chino, que nos gusta mucho. Un amigo que vivió en Kuala Lumpur hace 10 años nos dijo que esa calle era famosa porque en la acera de un lado había tarantines que ofrecían pescado y y en la acera del del otro lado los taratines ofrecían prostitutas. Scott fue con otro amigo la semana pasada y me asegura que a las damas de la noche las movieron varias cuadras más abajo y en cualquier caso nosotros iremos para almorzar. Casi que digo que es una lástima porque seguro que las fotos saldrían interesantes. Ni modo, serán fotos para un ambiente familiar.

 

View from KLhotel

 

Esta es la vista desde nuestro hotel temprano ésta mañana. La bruma desapareció después de las 9 a.m., pero la semejanza con la ciudad de los techos rojos al otro lado del mundo permanece. (Lástima que el edificio ese está atravesado pero ni modo. Representa la construcción que continúa. Por cierto que del otro lado del hotel está la Torre Stark, que aparece en la película Avengers. La pueden ver en el afiche de la película. Mi hijo se quedó pasmado cuando la vió, pero después de buscarla en Wikipedia me dice que no es "la de verdad" sino que sólo se parece.)