A riesgo de que éste blog se convierta en uno de cocina, aquí les pongo la receta de mis torticas de arroz.
Esta es una receta que aprendí de mi mamá. Ella fue directora de los campamentos bíblicos vacacionales de mi iglesia y ésta era una receta que creo que inventó en uno de los campamentos, una vez que tenían un campamento lleno de niños, una tarde de lluvia encerrados todos y mucha hambre infantil. Mi mamá me contará la historia verdadera, pero así me quiero imaginar el origen de la receta: la inspiración de una tarde de lluvia y muchos loquitos.
Aquí tengo que aclarar que yo soy una mamá bastante floja. Como tengo ayees que me cocinan todos los días, solamente tengo que ocuparme de la cocina los sábados y domingos. En un intento de romper la adicción a los juegos electrónicos he declarado que cenamos a las 6 en punto y que una vez que nos sentamos a comer no hay más electrónicos excepto por películas, y esas sólo los miércoles cuando tienen clases de natación. (Porque los chamos no dan para más los miércoles.) La cosa es que por mi flojera teníamos tiempo que no nos sentábamos consecuentemente en la noche a cenar juntos. Luego de una semana de la vuelta a la rutina de las cenas familiares, mi hija me reclamó el sábado que eran casi las seis y no me veía moviéndome hacia la cocina.
Pues con ese reclamo - y pensando que mi nueva rutina estaba rindiendo fruto - no me quedó otra alternativa que pararme a cocinar. Claro que entonces, a las 5:33 pm, no había nada para comer. La carne estaba congelada, los únicos vegetales eran un par de repollos (coles) y una botella de salsa mejicana. Rascándome la cabeza frente a la nevera casi vacía, escuche claramente a mi mamá, "¡Torticas de arroz, muchacha!" Quedaron divinas y la cena, primorosa: las torticas, limonada hecha a mano, un coleslaw muy rico que me comí sola por supuesto, la salsa mejicana y rebanadas de jamón.
Entonces, a la receta. Nada más fácil.
- 2 tazas de arroz cocido (preferiblemente integral)
- 2 huevos
- un poquito de leche, suficiente para humedecer el arroz
- un poco de harina o maicena
- 1 cdta de semillas de linaza molidas o de afrecho (opcional pero muy beneficioso para el intestino de mi hijo que recibe muy poca fibra)
- sal al gusto
- aceite
Se mezclan todos los ingredientes excepto el aceite. Quedará una masa húmeda y densa.
Se calienta el aceite en una sartén. Cada tortica es una cucharada generosa de masa. Se fríen por ambos lados. Se sirven calientes.