lunes, 26 de abril de 2010

Ahorrando obligada en China


Los chinos son muy cuidadosos con su dinero - y con el dinero de los demás. A continuación unos ejemplos a manera de ilustración.
  • En el mercado de vegetales, el vendedor de frutas tiene una bandeja de fresas a 5 RMB y otra a 7 RMB. Las fresas más caras son un poco más grandes y más rojas. Las fresas más baratas están un poquito marchitas y obviamente manoseadas. Yo quiero comprar las de 7 RMB, pero para eso tengo que molestarme con el vendedor que me quiere ahorrar 1 RMB cuando compro mi medio kilo.
  • Hace unos meses fui al dentista y para consolarme por el mal rato, al salir entré al spa que queda en frente. Me recibieron muy bien y el masaje fue de espectáculo así que resolví ir una vez por semana. Como mi vocabulario chino está limitado a regatear en el mercado y a alardearme de mis hijos, le pedí a una amiga china que llamara por mí para hacer la cita permanente. Pues resulta que ese spa es para miembros solamente y que no me quieren vender la membresía porque yo no estoy en China desde mediados de junio hasta agosto, o sea que perdería mi dinero por esos meses. A mi amiga le parece perfectamente encomiable que el spa esté velando por mí y en eso lo dejó. Grrr......
  • Mi suegra me vino a visitar el primer año que estábamos aquí (y el segundo, y el tercero, y el cuarto, etc.) Le pedí a la ayee, nuestra doméstica, que comprara toallas y le resalté que venía mi suegra, asumiendo que con eso la ayee compraría toallas de buena calidad. Pues resulta que en China, las suegras quedan más impresionadas con las habilidades de regateo de las nueras y ayee regresó con unas toallas finitas y casi peladas pero a 3 RMB cada una. (Yo salí después a buscar toallas y no conseguí ninguna menos de 70 RMB.) 
Durante la reciente crisis económica, leí muchos artículos sobre la capacidad de China de sobrevivir la crisis gracias a los hábitos de ahorro de los chinos. Conociendo en carne propia ese ahorro obligado, no me sorprende para nada.

Aclaratoria: En China, se regatea en los mercados libres y con los vendedores callejeros solamente. Los precios son fijos en los supermercados, las farmacias y las tiendas. Ah, y si alguna vez vienen por acá, los sentimientos de ahorro no son para los turistas en los mercados. A los turistas se les puede cobrar lo que aguanten. Por regla general, el precio que piden al principio es 4 veces el precio que aceptarán después de media hora de regateo. Avisados están.

sábado, 17 de abril de 2010

Mi nuevo amor

Aquí está, mi nuevo amor, la que no me deja dormir hasta tarde y la que me ocupa los pensamientos durante el día. Me tiene patas para arriba.



Es una máquina de hacer pan. 

Resulta que la maestra de Andreína se va del colegio después de dos años y están limpiando antes de empacar el container que enviarán a su próxima ciudad, Hanoi. Ella le compró la máquina a otra maestra que se regresó a Australia después de cinco años en China. La maestra de Andreína nunca usó la máquina y la australiana apenas la tuvo por seis meses antes de irse, así que me contenté mucho de comprarla por apenas 80 RMB (US$12.)


El pan queda genial, con una costra crujientica y un interior muy suave. A mí me gustaba hacer pan a la antigua y no me parecía demasiado sacrificio el trabajo y la limpieza, pero con la máquina apenas hay que medir los ingredientes, vertirlos en la máquina en el orden indicado, apretar unos botones y ¡chaz! cuatro horas después, pan calientico. 

El viernes no lo empecé hasta las 6 de la tarde y me costó mucho quedarme despierta hasta las 10, pero ¡el amor lo puede todo!
 

Y como si la sencillez no fuera suficiente, como estoy en China, las ayees limpian el recipiente mezclador al día siguiente. ¡Más fácil imposible!

El único detalle es que le tengo alergía al trigo, por lo que son mi marido y mis hijos - y el vecinito alemán que debe tener solitaria intestinal porque cómo come - los que están disfrutando más de mi nueva pasión.

lunes, 12 de abril de 2010

Hong Kong con la suegra...

...y el marido de la suegra y la hermana de la suegra.

Mi suegra es una persona con una corazón enorme y unas patas calientísimas. ¡Cómo le gusta pasear! En los nueve años que tenemos en China, nos ha visitado 10 veces. El único problema es que no viaja sola nunca. Esta vez vino con el marido y la suegra. Nos la llevamos muy bien con todos, pero el hecho de que siempre llegan en cambote me estresa.

Este año decidimos encontrarnos en Hong Kong. Así me ahorré el tenerlos en mi casa, donde aterrorizan a las ayis insistiendo en lavar la ropa y currucuteando en todos los rincones. La suegra y su hermana no se cansan nunca por lo cual ya no las acompaño más de compras. Les gusta encontrar periquitos baratos y comprar ochenta mil de ellos. Regatean con entusiasmo pero típico que se dejan aprovechar porque son "apenas unos pocos dólares y señor me dijo que tiene 7 hijos enfermos."

Mi marido ha descubierto que la estrategia es alimentarlas cada tres horas. Con eso las entretiene, nos sentamos un ratico, y les mantiene el azúcar a nivel constante. Las queremos mucho, pero ¡uf! tai má fan. (Así se dice en chino cuando algo crea demasiado trajín.)

Hong Kong es una de nuestras ciudades favoritas. Siempre anticipamos la visita con mucha alegría y siempre nos vamos con ganas de volver. Siempre nos preguntamos si nos gustaría vivir allá y para consolarnos por quedarnos en Tianjin nos decimos que hay demasiada gente, que no tendríamos ayis, que es caro, que las uvas están verdes. Eso sí, ya tenemos planeado comprarnos el pase anual a Disneylandia y el tour celebratorio por las panaderías DeliFrance que haríamos al mudarnos para allá.

Total que viajar para allá con la suegra y su combo no fue demasiado sacrificio. Hicimos lo mismo de siempre pero con un poco de más tiempo.

Aquí una cajita feliz de fotos del viaje.

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sábado, 3 de abril de 2010

Minimalismo y yo

El mes de marzo en La Vuelta al Mundo, un proyecto colaborativo en flickr, el tema fue el minimalismo. Hay unas fotos maravillosas en el mural. Solo hay tres mías porque voy a confesar que éste tema me costó mucho. Mi vida está colmada de tantas cosas, tanto alboroto, tanto movimiento que me fue muy dificil encontrar el tiempo y la energía para enfocar el ojo en los elementos mínimos.

Aquí están las tres mías:




No dejen de pasar por el mural, que ya se está poblando de felicidad, el tema de abril.